Wednesday, May 02, 2007

Las ciudades te acogieron siempre con los brazos abiertos


Las ciudades te acogieron siempre con los brazos abiertos
niñeras madres dulcemente
durante mucho tiempo lloró
el hierro y la tierra fría
se abrió te tragó y te devolvió entero
al principio te creías libre
suelto pero pronto pusieron
los minutos chirriantes un grillete en tus pies.

Atado a la velocidad tenías un deseo
oculto y silencioso: seguir siempre adelante
entregarte al placer desgarrado que siempre pierde
lo que es y sin mirar atrás transforma
la vida en muerte y la muerte en vida
y saluda a la victoria en la derrota y siempre
se aleja se aleja.

Compañeros sensibles tus ojos
adormilados unieron tu mitad a su mundo
de la ciudad futura: y mendigos, prostitutas y rateros
niebla y hedores y el aluvión de gentes al atardecer
te envuelven poderosos te liberan
te atraen y te conceden el perdón y el instinto:

Levántate, échate tu carga al hombro y mira
la ciudad
te recibe con los brazos abiertos, cálidos y radiantes.

(Sigfús Dadason)