La ciudad palpita, su carne pétrea es igual de cambiante que la nuestra. Su piel de acero muda como la de una serpiente engañosamente inmóvil e inmutable. Los siglos de piedras, ladrillos, ventanas, portales, arboledas, parques...en un solo segundo desaparecen y dónde antes estabamos hay un vacío a punto de ser construido.
Wednesday, March 19, 2008
Micropolitica
Las grandes palabras no pagan el alumbrado, sino son los pequeños contribuyentes.
Las grandes palabras no señalizan los tramos peligrosos de carretera para que una madre no pierda a su hijo, ni pagan el sueldo a un médico.
Las grandes palabras no evitan que un juez no autorice que un moribundo done sus organos, porque esta de vacaciones y su suplente ausente.
Las grandes palabras de la politica no construyen la ciudad ladrillo a ladrillo...
El colegio al que yo, y mi padre antes que yo ibamos se cae a pedazos, la educación publica se pudre con la gangrena de la concertación indiscriminada.
Finalmente amputaremos la educación, y se quedará en simplemente publica.
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