Friday, March 09, 2007

Foc i Flama


Es imposible vivir en esta ciudad en fiestas. Arde todo y la sensatez es lo primero.
Si que lo he pasado bien en mis años mozos, embriagado y con el gaznate ardiendo de polvora, chocolate, azucar y ron, pero es una bacanal, una orgía excesiva que hace inhabitable la urbe. Se toman las calles, se obvian las leyes, el civismo, se queman monumentales pirámides de cartón, es el paganismo exacerbado en que la ciudad bulle y se cuece, en contraste al resto del año en que es un desierto semipolicial, falto de propuestas culturales o lúdicas, absolutamente pasivo agresivo.
Una semana de excesos a la que sigue un año de contención.
No sé si me quiero ir porque no puedo estar ebrio toda una semana para pasar el trago, o porque este desfile a lo Marat-Sade, a lo mil dias en Sodoma, me recuerda al año de sobriedad y estulticia que le sigue...
Esto es Benidorm con hogueras, y las fallas ya no tienen ingeniosos carteles que se rían de la realidad de forma sagaz, sino chistes escolares para amamantar al rebaño ciego que absurdamente peregrina entre ninots.
Ya no se distingue entre los ninots y los espectadores. A la mierda, a ver si me puedo fugar...

1 comment:

H said...

Hace muchos años, dos amigos y yo decidimos ir a Valencia en Fallas. Nunca lo habíamos visto y queríamos saber si era verdad todas las maravillas que nos contaban. Para ello, alquilamos un minúsculo piso de poco más de treinta metros cuadrados por tres días. Lo que al principio iba a ser un fin de semana para tres terminó siendo para nueve. Alguien invitó a su hermano, otro a un amigo y alguien más a un vecino. Dorminos en el suelo y en la bañera. Y lo cierto es que en lo único que se diferenció aquel finde del resto fue en la marca de cerveza.

Feliz escapada la suya, Mycroft.